domingo, 29 de enero de 2012

Enamorandome de mi mismo sexo

Vale, en este capítulo ya se dará la relación yaoi y yuri (Viva!!) y también habrá una especie de dialogo de obra de teatro, ya verán porque, pero bueno, A leer!!!

Capitulo 2: Inútil pelear por su amor

Los días pasaron, y Aiko y Yamato seguían disputándose el amor de Riko sin que ella lo supiera, ni se diera cuenta. A veces Aiko la llevaba a pasear, o regresaba a casa con ella. O si no Yamato la invitaba a algún lugar después de clases, o le compraba una rosa para dejársela en su pupitre antes de comenzar las clases. A Riko le perecía que le prestaban mucha atención, sin embargo no se imaginaba la razón de porque lo hacían, ella estaba concentrada en Daiki, el cual siempre llegaba a la escuela algo deprimido.

Se dispuso a ser su amiga para que en un futuro fuera algo más que eso. Se entero que él estaba en el club de teatro, y que era el mejor de allí. Todas las chicas que estaban en ese taller estaban pérdidas por él, sin embargo él no les correspondía. La que de verdad quería tener una relación con él era una chica llamada Aki de otro grupo. Con su obsesión, y su plan en marcha, Riko se dispuso a charlar con ella para saber sobre los gustos de Daiki, pero presentándosele como su amiga. En receso le pidió hablar con ella

                –Lo que le gusta a Daiki… –se puso a pensar Aki

Era una chica muy bonita y de cabello negro, de ojos grandes color azabache, delgada, de labios finos, muy gentil y algo tímida

                –Bueno…  creo que le encanta actuar, dice que es una manera de ser otra persona, la persona que siempre quiso, que es una sensación única. Le gusta pasear por las tardes, le agradan los días nublados. Su color favorito es el morado, no le gustan los deportes aunque es muy bueno, su comida favorita son los onigiris, y me parece que su cumpleaños es el 1° de abril –le dijo mirando las nubes

                –Ha! Ya veo –expreso Riko al saber todo eso de Daiki

                –Te gusta ¿No es verdad? –le pregunto con una sonrisa

                – ¡¿Qué?! ¡No, el solo es mi amigo! –contesto poniéndose muy roja –bueno…

                –Lo sabía, es fácil enamorarse de alguien como él, a veces parece ser… el chico ideal, aunque es inútil pelear por él porque… –no termino su oración con una cara de tristeza

                – ¿Por qué? –pregunto ingenua

                –Porque él me dijo que estaba enamorado de una persona… pero me parece que esa persona no le corresponde –le contesto

                – ¿Sabes quién es?

                –No, pero creo que tiene algo que ver con Yamato-san. Algo así me comento, supongo que esa persona está enamorada de Yamato-san

                –Es por eso que siempre está deprimido –se dijo Riko explicando la cara de Daiki todos los días

                – ¿Quién será esa persona, Daiki? –se pregunto Riko en su mente

Se paso pensando todo el día en eso, lo que le costó un librazo en la cabeza por no poner atención de parte de la maestra de geografía. El día transcurría, esa tarde no iba a tener práctica de música por lo que le pareció buena idea ir a ver a Daiki al taller. Entro y lo primero que vio fue el escenario en donde habia mucha gente reunida de espectadores. Daiki estaba en el escenario actuando

                – “… Aun cuando el cielo se oscurezca, el sol se pierda y el camino se desvanezca yo iré por usted mi lady. No importa hasta donde este su corazón, yo lo recuperare. Cualquier adversidad yo la superare para estar de nuevo a su lado. Ho!! Mi amada ¿Por qué es tan distante conmigo? No lo entiendo, yo que le he servido en todo, di mi alma y mi vida por usted, me fui a tierras lejanas para hacer fortuna solo por usted ¿Por qué…? ¿Por qué me tortura con su frialdad?” –decía sus diálogos mientras hacía varios ademanes, sus ojos reflejaban una inmensa tristeza, como si de verdad fuera el personaje y sintiera lo mismo que él.

Riko desvió su mirada hacia la chica en el escenario, un vestido rosa de pliegues del siglo XVIII era su vestuario. De pronto puso sus manos sobre su rostro fingiendo llorar

                – “Sabe usted bien, Edgar… que no es posible que estemos juntos” –dijo ella para después llevar sus manos a su pecho

                –  “¿Por qué no, mi lady?”

                – “Nunca lo ha sido y nunca lo será. Nuestro destino no es estar juntos, Edgar por favor compréndalo. No se haga más daño. Acepte la verdad, aunque duela no se puede hacer nada”

                –  “Ya veo. Ahora entiendo, la barrera que nos separa todavía no ha desaparecido por completo, sigue presente… en usted, mientras usted no confié y crea que todo está perdido lo nuestro no tiene futuro. He abierto los ojos, mi lady, usted es la que pone ese límite en su mente. Ha cambiado… desde la última vez que la vi, me temo que ya no es la misma persona de la que me enamore”

Las luces que brillaban solo para los actores se apagaron y todo el lugar se ilumino. Los aplausos se desencadenaron junto con varios gritos de distintas chicas que repetían el nombre de Daiki. Riko quedo impresionada, tanto por la reacción de las chicas como por la actuación de su amado. Poco después se reunió con Daiki, quien ya se retiraba del sitio, al dar vuelta en una esquina.

                – ¡Riko-kun! –dijo este al ver a la castaña cerca del lugar

                –Pasaba cerca y te vi actuar, por lo que me quede un buen rato –le respondió

                – Ha! Fue por eso

–Sí. Se nota que tú eres el personaje principal, o al menos el integrante más aclamado –le comento Riko

–Eso parece. Me sorprende que se pongan así con solo un ensaño –dijo mientras caminaban, con la mirada al cielo

–Pues a mí no –dijo Riko para sí con un tono casi inaudible

– Hee!!

–Nada

–Espera, olvide algo en el club. Enseguida vuelvo –le dijo a Riko, corriendo hacia el lugar mencionado

Al dar vuelta en la esquina se topo con Yamato, haciéndolos retroceder un poco a ambos

                –Lo… lo lamento, no me fije… –dijo Daiki mientras se recobraba del impacto, aunque no habia visto contra quien choco

                –No te preocupes, yo tampoco me fije –contesto Yamato muy amable

                –Ya… Yamato-senpai –dijo Daiki sorprendido al darse cuenta que era su superior

                –Tú te llamas… Daiki ¿No? –cito este al darse cuenta del impactado chico

                –Haa… este… Sí, me llamo Daiki y soy de segundo –tartamudeo, con un ligero sonrojo en el rostro

                – ¿Eres el amigo de Riko-chan? –pregunto él con una carismática sonrisa

                –Sí

                – ¿Podrías preguntarle si mañana puede venir a tomar un café conmigo? –le pidió con una linda cara un poco inocente

                – Ha?!... este… –se sorprendió sin saber que contestar, y después poniendo una mirada triste

                – He?! No me digas que también te gusta –dijo él un poco sorprendido

                – Haa!! ¡No! No es nada de eso… a mí me gusta… otra persona –dijo apretando los puños

                –  “También”, eso significa que le gusta Riko-kun –pensó Daiki

              – ¿Qué pasa Daiki? ¿Por qué tardas tanto? –pregunto Riko que se dirigía a ver a Daiki y daba vuelta en esa misma esquina
Justo los tres estaban allí, por un momento se hizo un silencio incomodo

                – ¡Yamato-senpai! ¿Qué hace aquí?

                –Fue una coincidencia que nos encontráramos. Le estaba diciendo a tu amigo Daiki que si puedes ir a tomar un café conmigo mañana al salir de clases –le explico algo más ilusionado

Riko (por alguna extraña razón) volteo a ver a Daiki, observo que tenía una mirada melancólica, la misma que durante clases, y los puños apretados

                –Creo… que no podre, tengo muchas cosas que hacer, lo lamento –se excuso Riko

                –Ya veo, creo que será en otra ocasión –contesto Yamato más desilusionado pero sin quitar su sonrisa

                –Creo que sí

                –Vale, entonces nos vemos –se despidió –Hasta luego Riko-chan, Nos veremos Daiki-kun –se despidió ya algo lejos

                –Adiós –contestaron Riko y Daiki al mismo tiempo, él con un poco más de ánimos en su mirada

Los dos chicos de primero se dirigieron al club y después a casa

                –Yamato es muy atento –rompió el silencio Riko

                –Sí, él es muy atento con casi todo el mundo, es carismático, tiene una sonrisa muy linda, es bueno en todo lo que hace, es divertido, y ayuda a cualquiera… a veces… parece perfecto –le contesto con la cabeza abajo pero con una sonrisa esperanzada

Fue allí cuando Riko lo comprendió por esa frase “… parece perfecto”, a Daiki le gustaba su superior Yamato. Fue un golpe algo repentino, como si su vida perdiera sentido. Se quedo muda y paro de repente

                – ¿Sucede algo, Riko? –pregunto ingenuo Daiki por su acción

                –Daiki-kun… a ti te gusta Yamato-senpai ¿Verdad? –dijo ella sonriendo pero perdiendo un poco de brillo en sus ojos

Daiki se sorprendió, se puso totalmente rojo y nervioso,  trago saliva

                – ¡Riko-kun ¿De dónde sacas eso?! A mí no… -iba a contestar

                –Por favor seme sincero –pero Riko lo interrumpió

                –Riko-kun… es que yo…

                –Prometo no pensar mal de ti, solo quiero que me digas la verdad

                – ¿Lo dices por qué te gusto? –pregunto cabizbajo

                –En parte –contesto Riko un poco sorprendida –por favor respóndeme

                –Sí… me gusta Yamato-senpai… pero yo sé que mis sentimientos nunca serán correspondidos porque… para empezar soy un chico y también porque… tu le gustas, Riko –contesto algo deprimido

– ¡¿Qué?! Bueno… eso… Haa! (suspiro) solo digo disparates–hablo sin saber que más decir

–Creo que esto está muy revuelto, lamento el no poder pertenecerte… pero quisiera que seamos amigos –dijo Daiki con una sonrisa

– ¡Claro! –contesto Riko

Ambos se fueron cada quien por su rumbo, pero Riko no se dirigió a casa si no que corrió y corrió hasta que no pudo más. Termino agotada cerca de un parque pequeño. Se sentó en una banca verde cerca de la fuente de agua que estaba en medio de la plaza. Allí comenzó a llorar desenfrenada

                – ¿Seré idiota? Debí darme cuenta de esto hace mucho tiempo –se dijo calmándose y limpiándose las lagrimas en un inútil intento de limpiar su rostro pues seguía llorando y estas no paraban de deslizarse por sus mejillas

De la nada escucho de nuevo esa maravillosa melodía que habia oído en la escuela. Reconoció de donde provenía el sonido y le impacto ver que era Aiko quien estaba tocando.

                – ¡¿Riko-chan?! –expreso Aiko impactada al ver a su amada

                –Aiko-senpai ¿Era usted quien componía esas lindas notas? –pregunto atónita

                – ¿Lindas notas? Yo no diría eso, era yo la que tocaba pero no lo hago tan bien –dijo guardando el instrumento en su estuche y dirigiéndose a Riko

Al acercársele se dio cuenta de que sus ojos estaban rojos y sus mejillas húmedas

                – ¿Has estado llorando? –le pregunto más seria

                –No es nada –contesto ella

                – ¿Quién te ha hecho llorar? –pregunto un poco más molesta

                –No te preocupes, es solo una niñería, un berrinche

                – ¿Cómo es eso?

                – He? Bueno… -tartamudeo

–Mejor siéntate –le dijo Aiko llevándola a la banca en donde estaba

Riko le conto que le habían *dado calabazas y que por eso estaba triste

–Ya veo… con que ha sido eso

–Sí –contesto cabizbaja

–Yo creo que aquel que te rechazo fue un tonto –dijo despreocupada mirando al cielo un poco nublado

–Yo no lo creo… la persona que le gusta es buena y entiendo bien porque me rechazo –expreso

–Claro que no, tu eres una persona muy linda… tanto por tu rostro como por tu carácter –le dijo viéndola a los ojos y tomando su barbilla con delicadeza

–Gracias por los ánimos… pero no es verdad

–Claro que lo es… –le dijo sonriendo muy dulcemente

Fue entonces cuando Aiko acerco su rostro a ella y le dio un beso, Riko quedo impactada, abrió un poco más sus ojos de la impresión pero no hizo nada, habia quedado atónita. El beso no duro más que unos segundos, después Aiko se separo unos centímetros sus labios de los suyos

                –… a mí me consta –termino su oración

                –A… Aiko-senpai –apenas pudo decir

                –Bueno nos veremos –dijo tomando su maleta –no te desilusiones por alguien a quien no le importas, concéntrate en las personas que de verdad te quieren y saldrás adelante –le dijo tomando su hombro para después marcharse

Riko quedo atónita, no podía creer lo que acababa de pasarle. Toco sus labios suavemente, aun podía sentir los labios de su superior sobre los suyos, ese habia sido su primer beso. Siempre habia soñado con ese instante pero nunca creyó que sería de esa manera o que una chica seria quien se lo daría. La sensación que tuvo habia sido extraña, era cálida y… ¿Placentera? Era la única palabra que se le ocurría para explicarlo

–Seguramente lo hizo para… hacer que olvidara mi mala experiencia –pensó tratando de encontrar una explicación al asunto

Por fin se convenció (aunque no del todo) y se fue a casa.

Ok, este es el final del segundo capítulo, espero que lo hayan disfrutado (a pesar de que yo siento que me quedo peor que el anterior T_T). Sí, sé que soy mala haciendo fic’s, pues las obras de teatro tampoco se me dan  (de plano que de escritora me muero de hambre xD). Pero bueno el caso es que seguiré escribiendo (No se desharán de mi tan fácil jejeje). Otra cosa?... (Pensando)… … A sí, a veces les pondré nombre a los capítulos y a veces no (es que a veces me llega la inspiración y otras de plano se me seca el cerebro jaja)

Sayonara!!!!!!!
Nota: * otra forma de decir que te rechazaron

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